jueves, 25 de octubre de 2007

El apagón del Hospital Vall d'Hebrón fue fortuito e imprevisible...; Ja, ja, ja...!

"Imposible de evitar. Imposible de prevenir. Ésta es la conclusión de la investigación sobre el gran apagón que dejó a oscuras al Vall d'Hebrón, el principal hospital de Catalunya, el pasado 21 de septiembre" (Fuente: 20 minutos). Imposible de prevenir, imposible de evitar,... ¡Buenísimo! No hay nada como las comisiones de investigación que organizan los políticos. Me parecía difícil de creer, pero todo apuntaba que Don FORTUITO sería el culpable. Y así ha sido.

Pero, veamos que ha dicho por su parte la consellera Marina Geli:

A) "El mantenimiento de las instalaciones y los tanques de depósito de gasóleo eran mensuales y anuales, respectivamente, y que no se había registrado ningún problema..." (Fuente: 20minutos). Alguien olvida que ya hubo otro incendio (en el mismo edificio) hace sólo unos meses...

B) "Un manguito de plástico roto desató el fuego del Vall d'Hebron" (Fuente: El Pais). ¡Maldito manguito! Fuentes no oficiales, pero creo que bien informadas, comentan que la manguera con la que se recargaba el gasoil era una manguera estándar de jardín que estaba rígida y cuarteada a causa de este uso no previsto por los fabricantes de mangueras. También dicen estas fuentes que no era la primera vez que se habían producido escapes similares, pero que gracias al azar no habían tenido mayores consecuencias.

De lo que no hay duda es que si no fuera por el desastre previo en la red eléctrica de Barcelona, la situación hubiera sido crítica. No hay que olvidar que en el Vall d'Hebron se concentran las reservas de sangre de TODA CATALUNYA. Gracias al famoso incendio en la estación eléctrica de Maragall, que dejó sin luz a la mitad de Barcelona, se habían traído decenas de generadores móviles de alta potencia que se pudieron utilizar rápidamente para paliar la situación. Cierto que hubo plantas del hospital que tardaron días en recuperar la normalidad, pero si la electricidad no se hubiera podido restaurar en el Banco de Sangre en las 3 horas posteriores al siniestro, el problema sanitario en toda Catalunya hubiera sido mayúsculo. Sin sangre no hay operaciones.

Lo que tampoco parece haber valorado la comisión son las opiniones de algunas instituciones relevantes como el Colegio de Ingenieros Industriales de Catalunya y los propios bomberos. David Tisaire (Colegio de Ingenieros Industriales de Catalunya), dijo poco después del “fortuito” accidente que falló el sistema de aislamiento de la central, porque el fuego se originó en la planta baja y no debería de haber afectado a la primera planta, donde se encontraba el cuadro eléctrico. Es decir, falló la separación efectiva entre salas en caso de incendio y, además, faltó un sistema automático contra incendios en la primera planta. Los bomberos, por su parte, inspeccionaron las instalaciones para comprobar qué había fallado y observaron que el edificio que albergaba la infraestructura eléctrica no cumplía con la normativa antiincendios vigente, aunque no estaba obligado a ello porque la norma carece de efectos retroactivos y cumplía las reglas que estaban en vigor cuando se construyó el edificio. De acuerdo con los bomberos, la responsabilidad de poner al día las instalaciones corresponde al titular. Evidentemente, los responsables debieron pensar que la seguridad del Hospital Vall d’Hebron no era tan importante o, quizás, que no habría ningún manguito malintencionado…

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